ubicación en pleno centro, decoración con motivos de viñedos, habitaciones con nombre de uvas

El tercer piso sin ascensor no es el mejor para quienes llevan maletas pesadas, y los ruidos del exterior pueden incomodar a quienes buscan tranquilidad. ¡Un ascensor sería un gran añadido!!!

La atención de Jorge fue excepcional.

la pensión fue una gran elección en logrono. la habitación era bonita y tenía un balcón que ofrecía una buena vista. el propietario estuvo muy atento, recomendando lugares interesantes y asegurándose de que todo estuviera perfecto.

no sirven desayuno.

recomiendo este hotel, es total for una breve parada

Excelente ubicación, habitación limpia, el dueño muy amable. La pensión tiene buenas ventanas que aíslan el ruido externo y se encuentra en una calle muy animada, además el wi-fi es gratuito y de buena calidad, lo que me permitió estar conectado durante mi estancia.

Todo fue como me esperaba

La pensión está situada en el corazón de la ciudad, justo al lado de la famosa calle de tapas, lo que nos permitió disfrutar de todo el ambiente y la gastronomía local. Las habitaciones estaban muy limpias y decoradas con un toque acogedor. Jorge, el propietario, fue increíblemente atento y nos dio recomendaciones de lugares que visitar, lo cual fue muy útil. A pesar de la animación en la calle, las ventanas de la habitación aislaban bien el ruido, lo que hizo que nuestro descanso fuera agradable.

La única desventaja es que no hay ascensor, así que prepárense para subir escaleras si llevan mucho equipaje.

Encantadora y acogedora estancia en Logroño

Nuestra estancia fue maravillosa. La decoración con motivos de viñedos le da un toque especial. Agradecemos que el propietario nos ayudara con las maletas. Recomendamos disfrutar de la ubicación, perfecta para recorrer bares de tapas, pero lleven en cuenta el tercer piso sin ascensor.

Encantadora habitación, aunque subir al tercer piso sin ascensor fue complicado.

Inmaculadamente limpia y atención excepcional con un toque personal que hace sentirte como en casa.

Ubicación de diez, a un paso de donde se pone toda la pachanga. Atención de Jorge excepcional, siempre al pendiente. Las habitaciones cómodas, decoradas con un toque chido. Eso sí, el tercer piso sin elevador es un reto para quien carga mucho. Pero vale la pena totalmente.

Ubicación inmejorable y habitación impecable. Jorge, el dueño, es un encanto. te hace sentir como en casa. A un paso de todo, lo pasamos genial y ya estamos planeando volver.

Eso sí, subir tres pisos sin ascensor es un cardio que no veía venir.

La pensión está decorada con mucho gusto, inspirada en los viñedos, creando un ambiente muy acogedor. La habitación es pequeña pero cómoda y estaba impecablemente limpia. La atención de Jorge, el propietario, fue excepcional. se preocupó por nosotros desde antes de llegar y nos dio excelentes recomendaciones de lugares para visitar y comer. La ubicación no puede ser mejor, justo al lado de la famosa calle del Laurel, ideal para disfrutar de las tapas y la vida nocturna de Logroño.

El único inconveniente es que no hay ascensor, así que subir tres pisos con maletas puede ser complicado para algunos, especialmente si tienes mucho equipaje.

Habitación cómoda, decoración encantadora inspirada en viñedos. Ubicación perfecta, cerca de la calle del Laurel y bares de tapas. Atención espectacular del propietario, siempre atento. Subir al tercer piso sin ascensor puede ser un poco complicado, pero vale la pena por lo acogedor del lugar.

Los platos en Logroño son una maravilla, especialmente las ensaladas crujientes que probé en Kabanova, ¡una delicia! La comunicación con Jorge fue genial, siempre pendiente de que estuviéramos cómodos. La habitación era encantadora y super silenciosa, tal como prometían.

La única pega es que no hay ascensor, así que si llevas muchas maletas, prepárate para un poco de ejercicio. Pero, honestamente, todo brilló a su alrededor.

Perfecta ubicación para disfrutar de la vida nocturna, a solo unos pasos de la famosa calle del Laurel. Las habitaciones son silenciosas y estaban impecables al llegar, lo que realmente se agradece. El propietario es muy amable y te ofrece recomendaciones útiles sobre la ciudad. Sin embargo, la pensión está en un tercer piso sin ascensor y el desayuno no está incluido, algo a tener en cuenta si viajas con maletas pesadas o prefieres comenzar el día con un buen desayuno.